Mi nuevo descubrimiento es el Cocktail Bar La Selva, me encantó por su decoración y ambiente, pero lo que lo hace realmente especial es que preparan sus bebidas valiéndose de la diversidad y la riqueza de los ingredientes locales y destilados mexicanos inspirados en los sabores de Oaxaca.
Un viaje a Oaxaca no está completo sin una visita a sus dos principales sitios arqueológicos, Monte Albán y Mitla, que están a 15 y 45 minutos del centro de la ciudad, respectivamente. También vale la pena hacer una escala cultural en el Centro de las Artes de San Agustín, en Etla, y si sobra más tiempo, dedicarle una mañana a Hierve el Agua. Estas cascadas petrificadas, a una hora y media del centro. Otra ruta infalible es la de los pueblos artesanos, entre ellos Teotitlán del Valle (famoso por los tapetes), San Martín Tilcajete (famoso por los alebrijes) y San Bartolo Coyotepec(famoso por el barro negro).
Me he puesto a escribir y me ha costado no alargarme, aun así siento que me faltan muchas cosas por contar pero es que Oaxaca condensa la esencia de México y transmite como ningún otro la memoria de este país que llevo en mi corazón.
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