MARRAKECH



En noviembre me escapé dos dias a Marrakech con amigas, justo antes de que cerraran Marruecos y se desatara la pesadilla COVID de nuevo. 

Recorrimos el Zoco, visitamos el Jardín Majorelle y el Museo de Ives Saint Laurent, comimos rico, nos alojamos en un lugar precioso donde nos hicieron sentir en casa, perseguimos una alfombra y charlamos durante horas. ¿Qué más se puede pedir?

Viajar me hace bien, me inspira, relaja, divierte, y me ayuda a desconectar para volver a conectar a mi regreso a casa. En una palabra, es una fuente de energía estupenda para mi cuerpo y mente.

Sé que no siempre se puede por eso me he animado a escribiros hoy, con la intención de que viajemos aunque sea mentalmente y por un momento. Me encanta hacer fotos y he preparado este pequeño collage para vosotras, que espero os guste. 




Lo más divertido sin duda fue recorrer las calles del Zoco, un laberinto lleno gente tiendas, puestos de comida, especies, y lo que más disfruté fue encontrarme con los artesanos trabajando la madera, piel, cestas, sillas, lámparas… 

Pero también hay muchas muchas Boutiques divertidas dentro y fuera de la Médina: Sook Paris, Chabi Chic, Marrakine, Lalla Marrakech, Stella H, Marie Bastide Studio y la boutique de El Fenn. 

De lo más inspirador fue visitar Le Jardín Majorelle y el Museo de Ives Saint Laurent, un oasis azul en la ciudad roja, no os lo podéis perder! 

La plaza de Jemaa el-Fnaa es un lugar muy turístico, demasiado para mi gusto. 

Para comer os recomiendo Le Jardín que tiene un una comida rica y uno zumos deliciosos pero sobre todo merece la pena porque es muy bonito. Arriba hay una tienda de caftanes que está muy bien. 

Al atardecer tenéis que ir La Terrase des Epices a tomaros algo en su terraza y ver la plaza al atardecer. 

Para una cena tranquila os recomiendo El Fenn roof top, la comida esta súper rica y la decoración, ambiente y vistas son espectaculares. Si lo que os apetece es marcha el Jaj Madal es divertido, con música y muy cool. 

Un fin de semana del que no me olvidaré,
del que vuelvo inspirada, feliz y con una frase que no dejaron de repetirme y que haré mía… “ La prisa mata”.